En el norte de la provincia encontramos Vall de Laguar, uno de los valles de la montaña alicantina situado en la Marina Alta, que da nombre también a un municipio constituido por diferentes pueblos: Benimaurell, Campell, Fleix y Fontilles. Benimaurell se le conoce como el pueblo alto (Poble de Dalt), Fleix sería el pueblo de en medio (Poble de Enmig) siendo éste el lugar donde se encuentra el Ayuntamiento del Vall de Laguar. El pueblo de abajo (Poble de baix) es Campell. El nombre de Vall de Laguar proviene de la época árabe y se podría traducir como valle de las cuevas.
Carteles del PR-V 147 en Fleix
Su origen data del siglo XIII, en esa época los pobladores musulmanes del valle se sublevaron contra Jaime I. Tras varios tratados y otras tantas rebeliones fueron vencidos en 1278 por Alfonso, el hijo de Jaime I. Otro suceso de vital importancia para el valle fue la rebelión de los moriscos en el año 1612, en la que estos fueron cediendo a los cristianos las tierras de cultivo y se fueron desplazando hacia las montañas para resistir el ataque del ejército que seguía las órdenes de expulsión dadas por Felipe III. Los que se resistieron a abandonar sus tierras hicieron frente a los cristianos, pero poco a poco se vieron acorralados quedando como último reducto el Castell de Pop. Este fuerte estaba ubicado en la Sierra del Cavall Vert (793 m.). Esta sierra esta compuesta de dos cimas formando una especie de silla de montar. Su nombre puede venir por su forma de silla y por encontrarse la cumbre llena de hierbas según el libro “Las Décadas” (1611) de Gaspar Juan Escolano. Cuenta las leyendas que los sublevados, más de 17.000, esperaron en la fortaleza la llegada del caballo verde, que desde oriente les rescatara de la muerte. Al no llegar la salvación, los moriscos se lanzaron al precipicio terminando así con sus vidas. Aparte de estos moriscos, más de 40.000 moriscos abandonaron nuestras tierras por mar en dirección África expulsados por las ordenes del rey.
Font Grossa en Fleix
Dejando a un lado la historia, nos centramos en la ruta que vamos a realizar. El recorrido es de dificultad alta y consta de 14 kilómetros por este valle. La ruta es circular y calculamos que nos llevara cuatro horas y media sin contar con los descansos. El punto de partida y de final será la población de Fleix. Vamos a realizar el Sendero de Pequeño Recorrido Nº 147 conocido como La Catedral del Senderismo. La ruta se puede hacer tanto en un sentido como en otro, nosotros hemos preferido empezar el Fleix y continuar hacia Benimaurell.
Lavadero de Fleix
Una vez hemos llegado a Fleix por la carretera CV-721 nos encontramos con los carteles de información del PR-V-147. Observando el plano distinguimos los principales elementos geográficos que vamos a ver durante el recorrido: El Río Girona y el Barranco del Infierno. Empezamos nuestros pasos por un camino asfaltado que se dirige hacia Benimaurell. La carretera la hemos abandonado y el camino nos lleva a pasar muy cerca de los cultivos de cerezos, muy abundantes en la zona. Enseguida encontramos al antiguo lavadero de Fleix junto a una fuente conocida como la Font Grossa. El lavadero esta techado y las arcadas son bastantes bellas. A unos metros del lavadero encontramos señales de indicación de senderismo. Una nos lleva a Juvees D’enmig y otra a Benimaurell. Como hemos dicho, la ruta se puede hacer tanto en un sentido como en otro, nosotros nos dirigimos hacia Benimaurell para dejar lo más duro al final del trayecto. Es este el lugar por donde luego volveremos.
Font de Benimaurell
Seguimos la pista hasta llegar a otro lavadero, en este caso el de Benimaurell, también situada justo al lado de una fuente conocida con el mismo nombre que el pueblo. Bordeamos el pueblo y continuamos en paralelo a la CV-721 hasta pasar cerca de la Font D’els Olbis, aquí existe una zona de recreo. En esta zona estamos en el punto más alto de toda nuestra ruta. Desde que hemos salido de Benimaurell hemos caminado bajo la sombra de la Sierra del Penyó. Seguimos la pista hasta que las marcas de senderismo nos desvían a nuestra derecha para coger una senda entre cultivos.
Camino que desciendo al Barranco de Racons
Escalones en el Barranco de Racons
Aquí encontramos los escalones que son la causa de que a esta ruta se le conozca como “La Catedral del Senderismo”. Más de 6.700 escalones componen este itinerario peatonal que recorre todo el valle realizando zigzags. Los moriscos crearon estos caminos para llegar a bancales de difícil acceso. La presión de los cristianos hizo que poco a poco los moriscos fueran abandonando las tierras de cultivo más fértiles para irse a cultivar a las tierras menos codiciadas en las montañas. Estos escalones hechos en piedra hace varios siglos recorren las laderas del barranco del Infierno. Poco a poco vamos bajando las escaleras hasta llegar al cauce del Barranco de Racons a la zona conocida como Fondó Els Perets. Nuestros pasos siguen el barranco para seguir hacia Juvees del Poble de Dalt. Hemos encontrado varias casas en ruinas por el camino y en este lugar, las casas tienen el mismo estado. Junto a ellas encontramos también un pozo. Las juveas son las casas que se utilizaban en verano para trabajar las tierras por las gentes de los pueblos de alrededor.
Casas en Juvees de Poble de Dalt
Barranco del Infierno
Pasamos por la Mallada de les palmes y ahora los escalones nos llevarán de nuevo al cauce del Río Girona. Este río también es conocido como río Ebo y tiene una longitud de 38,6 kilómetros. El río nace cerca de Alcalá de la Jovada recogiendo el agua de diversos manantiales. El poco caudal que tiene el río se filtra por la caliza del barranco del infierno, por lo que el cauce está seco durante todo el año. Como curiosidad, al otro lado del barranco está el embalse de Isbert que como se puede suponer, es una construcción bastante inútil por las características geológicas del barranco. El agua del embalse se filtra por lo que el agua no se ha usado para regadío, aunque lo que si que se ha conseguido con el embalse es la recarga de los acuíferos. Una vez en la parte más baja del barranco, nos desviamos hacia la derecha, por el cauce. El lecho de cantos rodados nos llevará a cruzar al otro lado, para volver a ascender.
Cauce del Barranco
Font del Reinós
La Font del Reinós nos espera más arriba. Durante el itinerario hemos podido disfrutar de la floración de la primavera con sus olores. Romero, tomillo, manzanilla, Cornicabra, jara blanca, etc. comparten entorno con el pino, encinas, hiedras, palmitos y chumberas. Aquí en la fuente, elegimos el lugar para detenernos y refrescarnos, antes de reemprender la subida por la ladera. Podemos ver en la otra ladera parte del camino realizado y disfrutar de la tranquilidad del entorno. Paso a paso hemos subido hasta llegar a una zona de llano que nos lleva a Juvees del Poble d’enmig. Aquí las casas de los antiguos agricultores o ganaderos se han convertido en casas rurales. Un gran cartel junto a unas bellas carrascas nos explica las características del Barranco del Infierno. Este barranco es muy conocido por escaladores y espeleólogos, y son varias las empresas de actividades multiaventura que ofrecen sus servicios para realizar descenso de barrancos. También tiene el barranco un gran interés arqueológico, pues son varias los refugios con pinturas rupestres que se han encontrado. Abandonamos las grandes carrascas y las casas rurales para continuar hacia la derecha por una pista que nos lleva al Pou de la Juvea y a reencontrarnos de nuevo con nuestros queridos escalones.
Encinas cerca de Juvees D'enmig
Escalones moriscos
Nos queda un último descenso al cauce del barranco y el zigzag que hacen las escaleras nos lleva a descender rápidamente. La gran cantidad y tamaño de los cantos rodados nos llama la atención. En esta zona estamos en el punto más bajo de toda la ruta, y ahora comenzamos la última ascensión. Subimos hasta llegar a la base de unos grandes cortados donde si giramos la vista atrás, podemos ver perfectamente las líneas de escalones que hemos recorrido. Diferentes cuevas se nos muestran entre las montañas motivo del nombre del valle.
El salt
El Forat
A lo lejos asoma el Barranc del Salt. Con la esperanza de ver agua cayendo desde lo alto llegamos a su base, pero el salto que da nombre a la zona lo encontramos seco. De este punto al Forat de la Juvea quedan pocos escalones, aunque siguen siendo de subida. El Forat es un pequeño túnel en la roca por el cual tenemos que pasar. Se ha colocado una pasarela de madera para facilitar el camino. Estamos ya bastante cerca de nuestros inicios.El último esfuerzo lo dedicamos a caminar entre cerezos hasta llegar de nuevo al lavadero arqueado de Fleix y junto a este, la Font Grossa. Buen lugar para refrescarse y sentarse un rato pues damos prácticamente la ruta por terminada ya que los coches están a escasos cien metros, en Fleix.
Pasarela de madera en el forat
Este recorrido que da a conocer el barranco del Infierno, es una ruta que todo amante del senderismo tiene la obligación de realizar. Son sorprendentes los escalones y el trabajo realizado por los moriscos para poder cultivar tierras en este valle. Barrancos, caseríos deshabitados, pozos y fuentes han acompañado a estos escalones para convertir esta ruta en la espectacular "Catedral del Senderismo”.
Hemos realizado hoy la ruta. Simplemente espectacular. Gracias por las explicaciones. Hemos seguido la ruta siguiendo los pasos recomendados y nos han ayudado muchísimo.
una ruta espectacular, las escaleras se hacen interminables, pero merece la pena
ResponderEliminarpara mi es de las rutas mas bonitas de la provincia
ResponderEliminarAlex eres estupendo, buen compañero de senderismo y una persona que cn su presencia mejora todos los acontecimientos.
ResponderEliminarLa fotografia del barrancodespues de las casas de Juvee,es preciosa.
ResponderEliminarYo hice la ruta ayer. Aquí en el sofá estoy, esperando a que mis piernas vuelvan a la vida. Muy buen reportaje. Un saludo!
ResponderEliminarHemos realizado hoy la ruta. Simplemente espectacular. Gracias por las explicaciones. Hemos seguido la ruta siguiendo los pasos recomendados y nos han ayudado muchísimo.
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